Compasión

Cuando entramos en el camino de la Meditación o Mindfulness, es inevitable que uno de los alimentos que nos encontremos en el tránsito de ese sendero, sea la compasión, pero, ¿qué en realidad es la compasión, cómo se experimenta y de qué manera se vive genuinamente?

¨La verdadera compasión no consiste en desear ayudar a aquellos que son menos afortunados que nosotros, sino en darnos cuenta de nuestro parentesco con todos los seres¨.

(Pema Chödron)

Encuentra aquí, algunas de las claves para entender la compasión

Se dice que los humanos naturalmente no nacemos amando, (el amor es algo que aprendemos), pero si nacemos con la capacidad de compadecer. Los niños, cuando ven a otro ser en sufrimiento, inmediatamente reaccionar de una manera empática. Entonces, lo primero a no olvidar, es que lo que buscamos, no es aprender a ser compasivos, sino recordar cómo se manifiesta esta noble virtud en nosotros. Por tanto, la compasión no se aprende, la compasión se recuerda.
Es muy importante tener claro que la compasión no es sinónimo de pesar, todo lo contrario, La manifestación de la compasión es inherente a la capacidad de vernos reflejados en el otro y darnos cuenta de que el proceso que ese ser afronta, es necesario para su evolución, por tanto, la compasión no significa sufrir con el otro, sino acompañar su proceso desde un lugar de amor y respeto. Decía una de mis maestras: ¨La compasión es la capacidad de llenarme de ti sin sufrimiento y acompañarte mientras estás…y luego de que te vas, vaciarme de ti, también sin sufrimiento¨.
Para ser compasivos, es necesario entender que todas las situaciones que son vividas por otros, también pueden ser vividas por mi, así pareciera imposible, en el caminar de la vida, siempre existe la posibilidad de hacer, pensar y experimentar cualquier cosa. Entonces, la compasión no está bañada por ningún juicio o calificativo de positivo o negativo sobre el otro, es totalmente neutral y se centra en aceptar el proceso del otro y no juzgarlo.
Por ende, lo que se cultiva con la compasión, es la capacidad de no juzgar a otros, porque antes de que eso suceda, hemos entrenado nuestra mente, para ponernos en su lugar y ver con claridad, que no hay diferencias entre su humanidad y la nuestra, es decir, reconocer que todos somos iguales.

Tener en cuenta que no es necesario pescar por el otro, sino enseñarle a pescar, es decir, al ser compasivos, no buscamos solucionar el dolor del otro, porque entendemos que la ruta de la paz interior, está en la capacidad de ver en el dolor o en los errores, un camino de auto realización y que la trascendencia del sufrimiento, depende del libre albedrío de cada individuo. Por tanto, al ser compasivos, mostramos nuestra presencia y acompañamiento, amoroso, sin interferir en el aprendizaje que el otro tiene a través de su experiencia.

3 Estrategias para cultivar compasión y vivirla genuinamente

Meditaciones de gratitud, amor bondadoso y compasión – Meditar es quizá la estrategia maestra para alcanzar la compasión desde el corazón, es decir, no tendrás que esforzarte en ser compasivo, sino que surgirá desde tu naturaleza, te aseguro que si meditas 60 días seguidos en estas virtudes, notarás que espontáneamente te nace la compasión. (te recomiendo las meditaciones de gratitud de este blog y de mi canal de youtube, te dejo una más abajo)
Observar a las personas y visualizarte en su situación – Trae a tu mente personas que conozcas, puedes elegir personas cercanas o lejanas, empieza primero trayendo a tu mente, personas con las que no tengas ningún juicio o animadversión, luego visualízate viviendo su vida y observa cómo te sientes. Seguido de ello, trasciendes el ejercicio, trayendo la imagen de personas a las que te cuesta aceptar o entender y repites la visualización. Escribe en tu diario lo que sientes y observas.
Ayuno de opiniones- Permítete callar antes de hacer juicios o de reaccionar en las conversaciones y observas tu reacción interna y tus juicios. Luego busca cambiar los juicios, por palabras amorosas, bondadosas y compasivas, verás como se transforma toda la perspectiva que tenías de la situación.