Conocí a Angie en el peor momento de mi vida. A mi único hijo le acababan de diagnosticar una condición en su salud, y yo sentía q moría. Angelica con su voz tranquila me recibió, me escuchó y me ha escuchado innumerables oportunidades. Equilibró mi energía en una terapia con piedras, pacientemente me inicio en la meditación en un curso, y una y otra vez me ha escuchado y me ha aconsejado sobre la forma en q debo llevar el proceso de mi hijo y el mío, ya que me habían encontrado un tema de salud al q debía ponerle cuidado. Su experiencia de vida, su voz de tranquilidad, su experiencia en la meditación y el yoga han sido mis compañeros, no solo como instructora pero sobre todo como amiga.

Jamás olvidaré, porque es la gran enseñanza de mi vida, de las varias cosas que he aprendido con ella en sus terapias y que trato de no olvidar, es: la importancia de escuchar a tu cuerpo, entender y aceptar los sentimientos, la relación entre las emociones y las enfermedades; la importancia de vivir en el presente, lo realmente importante es el aquí y el ahora. El cancer llego para cambiarte en positivo, trata de entender que te quiere enseñar él, y cuando aceptas y entiendes a que vino, el se va, así q aquí mucha gente no entiende porque a algo a lo q la gente le tiene miedo, uno puede darle las “gracias”. Angelica fue la primera en enseñarme que soy compañera de viaje de mi hijo, pero q yo no debo cargar su maleta ni él la mía, así q aceptar que uno es compañero para aprender en la vida hasta donde la vida nos lleve ha sido una de las enseñanzas más importantes y más duras de la vida, porque uno como mamá no quiere que nada malo le pase a sus hijos.

Su propia experiencia de vida y su generosidad al compartirla, reconociendo sus errores como ser humano, ha sido el mayor ejemplo de vida y fortaleza que uno puede recibir. Es sin duda mi maestra y mi amiga. Y aunque muchas veces me dijo ella y otras personas q empezará a hacer yoga que esto serviría a mi proceso y mi salud, solo fue hasta que me dijeron dos médicos diferentes q tenía un nivel muy alto de estrés, q entendí que la vida me estaba mostrando el camino, y es q esto, es algo de lo q ella y yo hablamos, de las señales de la vida, de cómo tú debes aprender cuando insistir y cuando decir no. Así que me dejé llevar y empecé a hacer yoga muy a mi pesar no con ella, pero ella conociéndome y escuchando mi experiencia con el kundalini fue la q me aconsejó sobre escuchar a mi cuerpo e introducirme en el yoga con el Hatha y hasta hoy, aunque sé que todo es un proceso, sigo aprendiendo, sigo reinventándome todos los días, aprendo con sus enseñanzas que no debo ser tan dura conmigo misma, y q debo tener la certeza de dar mi 💯 % pero el resto no depende de mi.